¿Por dónde empezar (de verdad) con la inteligencia artificial en tu negocio?

Hoy en día parece que todo el mundo habla de inteligencia artificial (IA): que si “automatización inteligente”, que si “machine learning”, que si un software que predice tus ventas mejor que tú mismo. Y claro, todo suena tentador, poderoso, casi mágico. Pero también puede sonar confuso, lejano, incluso intimidante. Y no tiene por qué ser así.

Si tienes un negocio, seguro te preguntaste alguna vez:

¿Necesito esto? ¿Vale la pena invertir en IA para mi comercio?

La respuesta corta es: sí, pero no como te lo están vendiendo. Y para explicártelo, vamos a empezar por una frase que no falla:

Antes de correr, hay que aprender a caminar.

Primero lo primero: caminar con tus datos

La transformación digital de un negocio no empieza con robots ni algoritmos. Empieza con conocer bien tus propios datos. Tus ventas, tus productos, tus horarios fuertes, tus clientes frecuentes. Esa información que muchas veces está anotada en una libreta, o dispersa entre sistemas que no se hablan entre sí.
Empezar a mirar tus datos con atención, con preguntas simples pero clave, es el paso más poderoso que puedes dar.
Por ejemplo:

  • ¿Cuál es tu producto más vendido y en qué días
  • ¿Cuál es tu ticket promedio y cómo varía según el horario?
  • ¿Tienes formas de saber qué promociones funcionaron y cuáles no?

 

Todas estas preguntas tienen algo en común: se responden con datos simples. Y eso, en esencia, ya es empezar a pensar como una empresa que toma decisiones informadas. Esto es analítica de datos para negocios. Nada de fórmulas raras ni programación. Solo sentarse a mirar tus números con ojos nuevos. Y es justo ahí donde comienza la verdadera cultura de datos.

De la estadística básica al pensamiento analítico

Muchos creen que la inteligencia artificial para comercios reemplaza la necesidad de pensar. En realidad, es al revés: cuanto más claro tengas lo que pasa en tu negocio, mejores decisiones puedes tomar antes de aplicar cualquier tecnología compleja.
La buena noticia es que no necesitas un software carísimo ni contratar a un experto de Silicon Valley para empezar. Pero sí necesitas hacerte preguntas que nacen de la estadística más elemental:

  • ¿Qué productos tienen buena rotación y cuáles ocupan espacio sin moverse?
  • ¿Hay patrones y tendencias que tal vez no son obvios a simple vista?
  • ¿Qué canal (presencial, redes, domicilios) me está trayendo más clientes nuevos?


Las respuestas a estas preguntas no vienen de una IA milagrosa, vienen de mirar bien tus propios registros. Y eso sí es transformación digital real.

¿Y la inteligencia artificial entonces?

La IA no es el enemigo, ni es humo… pero tampoco es magia.
En realidad, la IA es como un buen ayudante: muy eficiente, pero que necesita instrucciones claras.
Y esas instrucciones vienen de entender bien tus procesos, tus datos, tus objetivos.
Muchos proveedores te van a ofrecer soluciones con frases como:

  • “Predicción automática de ventas con machine learning”
  • “IA que mejora tu atención al cliente sin esfuerzo”
  • “Análisis inteligente del comportamiento del consumidor”

 

Y está bien, suena interesante. Pero la pregunta que te invito a hacer siempre es:

¿Este sistema me ayuda a resolver un problema real que tengo hoy?

Si no estás midiendo bien tus ventas, por ejemplo, ¿para qué quieres predecirlas?

¿Cómo sé si estoy listo para la IA?

Te dejo una pequeña lista de chequeo. Si puedes responder que sí a la mayoría, estás mucho más cerca de que una solución con IA tenga sentido para tu negocio:

  • Mido el resultado de mis promociones o campañas, aunque sea anotando cuánto se vendió antes y después.
  • Estoy empezando a hacerme preguntas basadas en mis datos, como “¿vale la pena abrir los lunes?” o “¿me conviene extender el horario los viernes?”
  • Tengo curiosidad por entender más a fondo lo que está pasando en mi negocio, más allá de la intuición del día a día.

 

Si en cambio todo esto te suena lejano, no te preocupes. Nadie nace sabiendo, y lo mejor que puedes hacer ahora es empezar con lo básico. Tal vez con un Excel bien organizado, con gráficas simples, o con una herramienta sencilla que te ayude a visualizar tus números.

Conclusión: no hay atajos, pero sí caminos

La IA en los negocios crecientes puede ser una herramienta muy útil. Pero nunca debería ser el punto de partida. El punto de partida eres tú, tu equipo, y la voluntad de mirar los datos con atención.
Después vendrán las automatizaciones, los modelos predictivos, y sí, quizás algún algoritmo brillante. Pero todo a su tiempo, y con los pies bien puestos en la tierra.

Empieza con preguntas simples. Mide. Compara. Aprende.

Y cuando llegue el momento, vas a poder decir:

“Ahora sí, estoy listo para que la IA me dé una mano.”

Autor: Juan Cristobal López

Cargo: Especialista en datos

Temas de conocimiento: Análisis de datos

Fecha de publicación: 04 de junio de 2025

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